Pancreatitis Aguda: Estado del Arte.

Resumen

La pancreatitis aguda es una de las principales entidades atendidas en los servicios de urgencia y, se asocia a una importante morbimortalidad a nivel nacional y mundial. Las actuales guías plantean el diagnóstico basado en la presencia de hallazgos clínicos, laboratoriales y/o imagenológicos; el uso de las imágenes contempla a la ultrasonografía, útil para el diagnóstico etiológico, mientras que la tomografía permite estratificar riesgo y valorar complicaciones locales, y la resonancia magnética útil en situaciones especiales. Las formas de presentación incluyen: leve, moderadamente severa y severa, ésta última caracterizada por la necesidad de soporte intensivo precedido de terapia de reanimación precoz y agresiva dirigida por objetivos, demanda de soporte nutricional, uso de antibióticos en necrosis infectada documentada, fuerte sospecha de infección o infecciones extrapancreáticas, además del requerimiento de procedimientos mínimamente invasivos, radiológicos, híbridos hasta quirúrgicos. El manejo inicial de la necrosis pancreática infectada es la colocación del catéter percutáneo o idealmente el drenaje endoscópico (transduodenal/transgástrico) con un drenaje adicional si fuera necesario; la ausencia de mejoría tras el drenaje inicial justifica considerar los procedimientos mínimamente invasivos como el desbridamiento retroperitoneal asistido por vídeo (VARD), la pancreatectomía retroperitoneal mínimamente invasiva o hasta la necrosectomía endoscópica directa transluminal.